DESCRIPCION
Aunque no existen datos exactos, los historiadores suponen que el origen de este monasterio puede situarse en el siglo VI, de acuerdo a una lapida con una inscripción donde figuran los nombres de siete hombres que se refugiaron allí para consagrarse a la vida monástica.
El año de la inscripción es 573, lo que confirmaria la existencia de monasterios antes de los fundados por San Fructuoso. Ese primer monasterio desapareció, quedando completamente desierta su iglesia hasta que, en tiempos de Alfonso III, un caballero de nombre Gemondo decide aprovechar el lugar para hacer oración y penitencia.
En poco tiempo se suman a su empeño otras personas, quedando constituido un nuevo monasterio con Gemondo a cargo del mismo como Abad.
Alfonso III ve con buenos ojos el resurgimiento de este cenobio y por ello le dedica importantes donaciones que serán continuadas por sus sucesores: Alfonso V, Alfonso VI, Fernando IV y Enrique III.
El monasterio queda primero bajo el control de San Esteban de Ribas del Sil para, en el siglo VI, unirse en forma definitiva al Monasterio de Celanova, a cuya autoridad responde.
Cuando ocurre la desamortización, el monasterio se convierte en parroquia.
En 1923 fue declarado Monumento Histórico-Artístico.
La iglesia del monasterio, perteneciente al siglo VI, es uno de los templos cristianos mas antiguos del mundo. Las tres naves que lo conforman estan excavadas directamente en la roca. La nave central cuenta con una abertura por la cual penetra la luz desde el exterior. Una pilastra sirve como altar.
En la pared de la capilla se encuentra un hueco en el cual esta el sepulcro del caballero Gemodus. Tanto en el suelo de la iglesia como en el atrio estan excavados en la roca numerosos sepulcros.
Obra de Gonzalo de Penalva, el campanario fue construido en el siglo XV y esta sitado afuera, en la parte superior de una formación rocosa de casi veinte metros de altura que es quien da nombre oficial al lugar.
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