DESCRIPCION
Se extiende por las tierras bañadas por el Sil, y en menor medida por el Miño, en la zona del interior de Galicia donde se unen estos dos ríos.
En sus últimos kilómetros antes de desembocar en el Miño a la altura de Os Peares, el Sil fluye en la frontera entre las provincias de Lugo y Ourense a lo largo de un profundo cañón, creando de esta forma un paisaje impresionante y poco común, seña de identidad de este territorio.
En estos paisajes, a veces bucólicos, a veces agrestes, se establecieron en los inicios del cristianismo monjes y eremitas para practicar la vida ascética.
Estos asentamientos dieron lugar, con el paso del tiempo, a florecientes monasterios que irradiaron arte, cultura y progreso material a toda Galicia.
De aqui el nombre de Ribeira Sacra, del que existe constancia escrita desde el siglo XII. Actualmente el visitante puede visitar dieciocho monasterios.
El monasterio más importante es el de Santo Estevo de Ribas de Sil, un centro de poder no sólo religioso, puesto que su abad fue durante siglos el encargado de impartir justicia y nombrar escribanos y oficiales de aduana.
Como herencia de los últimos 1.500 años, esta parte de Galicia cuenta con un valioso patrimonio, en el que no faltan castillos, iglesias, pazos o puentes.
Su riqueza histórica se completa con restos arqueológicos pertenecientes a la Edad del Bronce y a la Edad del Hierro, así como otros que dan fe de la presencia de las legiones en este punto del extremo occidental del Imperio Romano.
El relieve de la Ribeira Sacra se compone de altiplanicies y montes suavizados por la erosión, que dejan paso, de forma abrupta, al cauce del Sil.
El resultado es un cañón, formado hace millones de años, que en algunos puntos alcanza una profundidad de 500 m. Debido a la construcción de varios embalses, el río es navegable en un tramo de 40 kms.
Los cruceros en catamarán, uno de sus muchos atractivos turísticos de la zona, permiten el disfrute de los rincones más recogidos, inaccesibles de otra manera por lo difícil del terreno.
En las alturas del cañón abundan los miradores naturales colgados sobre al río, atalayas ideales para la contemplación de un paisaje de inusual belleza.
La vegetación de ribera se compone de robles, castaños, abedules y alisos, además de "xestas", "toxos" y "piornos".
Es interesante contemplar el paso de las estaciones transforma los colores de la tierra al ritmo que marca la Naturaleza.
Entre los cultivos destacan los viñedos, dispuestos en bancales o socalcos, a veces acompañados de cipreses.
Los vinos de la comarca, complemento perfecto para una apreciada gastronomía, se comercializan bajo la denominación de origen Ribeira Sacra.
La particular orografía de estos parajes los convierte en un entorno privilegiado para la práctica de todo tipo de actividades al aire libre.
Las posibilidades de turismo activo van desde el senderismo hasta el "rapel" o descenso de cañones, pasando por el parapente, las rutas a caballo y la bicicleta de montaña.
Tampoco hay que pasar por alto la cercanía de la Estación de Esquí de Cabeza de Manzaneda.
Para los espíritus no tan atrevidos, existe un variado repertorio de fiestas tradicionales y eventos culturales, a veces celebrados en castillos y claustros Interesante de ver
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